–Comedor. Tanto si está situada en una estancia independiente o integrada en la cocina o en el salón, la mesa del comedor deberá iluminarse como un espacio en sí mismo.
Lo más recomendable es optar por una lámpara (o varias) que cuelgue a unos 60-80 centímetros de distancia, para que ilumine los alimentos pero no deslumbre a los comensales.
Optar por una lámpara de techo no es aconsejable, ya que no iluminarían sólo el comedor, sino toda la habitación.
–Recibidor, pasillos y escaleras. Como son zonas de paso, se buscará esencialmente la calidez.
Una lámpara de pie o de mesa en el recibidor y unos apliques o focos halógenos en los pasillos o escaleras cumplirán sobradamente esta función. Hay que evitar la sobrecarga de luz.
Fuente: facilísimo